
Director Espiritual
Llegar al amor de Dios por tu Victoria.
Llegados al mes de octubre y llenos de ilusión por unos cultos que coronan nuestro año pastoral, nuestra her¬mandad del Domingo de Ramos, llenos de ilusión, en¬salzamos a nuestra titular como Madre de Dios, y Vic¬toria de nuestras Almas.
La devoción por La Madre de Dios debe llevarnos a imitar la actitud de María Santísima, que supo aceptar a Jesucristo, comprometiendo su vida con Él desde la Encarnación hasta la Cruz. Ella estuvo presente en los primeros momentos de la Iglesia y lo sigue estando hoy para nosotros cómo modelo de la actitud cristiana y cómo Madre de la Iglesia, cuya cabeza es Jesucristo. Por ello los hermanos de esta Hermandad y Cofradía, deben manifestar su cariño y gratitud a María Santísima, que quiso servir al Plan de Salvación que Dios quiere para los hombres. En la imagen dolorosa de María Santísima de la Victoria, vemos a quién se identificó con el dolor de Su Divino Hijo para salvar a toda la Humanidad.
Así lo demuestra la continua ida y venida de hermanos de esta Hermandad a su capilla, para implorarla como madre y mediadora. Y esa es la intención principal de darle culto en el mes de octubre, como titular de nuestra Hermandad.
Proclamarla como Victoria representa e implica también preguntarnos si ha vencido de verdad el amor de Dios, en nuestros corazones; si ha triunfado su salud y gracia en la vida cotidiana de nues¬tra Hermandad. Hermanos y amigos de esta corporación… aprovechemos estos últimos meses de año, para recomponer nuestras vidas en santidad y ofrecer al Señor la mejor evaluación en una vida de Gracia, una vida donde el amor y la misericordia de Dios han alcanzado su Victoria, por manos de nuestra Madre.
Antonio Santos Pbro.Párroco de la Estrella.